viernes, 24 de febrero de 2012

"Todos a luchar contra la desigualdad, causa de todas las violaciones a nuestros derechos fundamentales"

COMISION NACIONAL UNITARIA DE EXONERADOS Y EX PRESOS
                                    POLITICOS DE CHILE

Santiago, 24 de Febrero de 2012.
 

Señora
Directora Ejecutiva
Instituto Nacional de
Derechos Humanos de Chile
PRESENTE

Señora Directora:

La historiografía social moderna nos muestra a Chile como un país que en su fase republicana, no ha sustentado su institucionalidad en principios ideológicos cuya esencia, sean los derechos del ser humano.

 Esta verdad, queda estampada reiteradamente en hechos históricos de este período, donde es el ser humano como actor político social, es el que asume el costo de este sello institucional que sistemáticamente entra en contradicción con el avance evolutivo de la humanidad. Esta vergonzosa realidad, que derrumba los chauvinismos de un Chile respetuoso de los derechos del individuo, queda expresado en nuestro estudio: “Los Derechos Humanos Instrumento de soberanía Popular”, en poder de ustedes, desde hace algún tiempo.

Una primera consecuencia que surge del estudio de nuestra historia real, es el relativo al carácter de la Democracia que el país ha construido en este período, el sello de esta fundamental norma de convivencia social, siempre aparece en nuestra historia como resultado de graves conflictos de poder, donde la “sustentabilidad democrática”, es resuelta a costa de los derechos de las mayorías. Esta aberración, queda claramente contenida en el cuerpo constitucional que nos rige en la actualidad, el cual, surge de un profundo conflicto político social, que es resuelto, haciendo uso de una barbarie que quiebra todos los parámetros evolutivos que la sociedad chilena había alcanzado hasta el momento de la conflagración, imponiendo un modelo de convivencia ajena a nuestra cultura vernácula.

Una segunda consecuencia, seguramente la más grave por sus efectos, es la brutal desigualdad social que muestra nuestro país, destacada en los índices internacionales como la tercera más grave del mundo, y además,  paradojal, si la comparamos con el ingreso per cápita del país, los niveles patrimoniales de los más ricos o el gasto para la sociedad, que origina un “representante popular”: 100 veces el sueldo mínimo de un trabajador. Esta violenta realidad, en relación al tema que nos preocupa, nos plantea la siguiente interrogante: ¿Pueden los sectores vulnerables, producidos por la desigualdad, a partir de los instrumentos con que cuentan, luchar por sus derechos? ; ¿No es acaso, esta grave desigualdad social la que genera, hoy día, todas las violaciones a los derechos fundamentales del chileno?

Luchar hoy por los Derechos Humanos, necesariamente, nos obliga a plantearnos estas interrogantes y muchas otras, nos obliga también,  analizar nuestro pasado y extraer de él: los aspectos negativos y positivos que nos permitirán posicionar una propuesta, y que ella   sea coherente con los aspectos ideológico-culturales de nuestro pasado, y contemporánea, para su proyección al presente y al futuro. Nos obliga analizar el comportamiento de los grupos fácticos que han detentado el poder en los últimos 39 años. Los unos, responsables de la barbarie; los otros, haber legitimado el proyecto institucional impuesto en todos sus aspectos, el cual, a pesar de los cambios eufemísticos introducidos, no dejan de ser un modelo de gatopardísmo en el ejercicio del poder, ya que la esencia inhumana de éste, se conserva inalterable. Este cuestionable comportamiento del poder en nuestro país, hoy recibe como respuesta el rechazo de la sociedad, la cual, se autoexcluye de los procesos de participación democrática como expresión de protesta.

En lo particular, nos obliga analizar lo que se ha hecho en materia de Derechos Humanos, y la verdad, es que en este aspecto encontramos el sello de lo que han sido los últimos 20 años en el país: Negociar principios y valores que sustentaron la propuesta de cambio político en los 90s. lo que produjo vergonzosos resultados en tan importante aspecto de nuestra convivencia: como impunidad, fraude al patrimonio social, corrupción, y haber sometido como consecuencia de estas conductas, a las legitimas victimas, a una segunda experiencia traumática. Estigmatizar el concepto de Derechos Humanos, por el escándalo que conlleva, es otro de los resultados de tan aberrantes conductas del poder que debe ser condenado eficazmente por la sociedad y la institucionalidad del Estado Chileno y donde esa institución, con jurisdicción especial sobre el tema, conferida por ley, debe pronunciarse públicamente.

Hoy día, lo que fue una denuncia esgrimida desde hace catorce años por nosotros, y ocultada por una institucionalidad coludida y que contó también con el silencio de los actores sociales: “defensores de los derechos humanos”, es comprobada como una verdad oprobiosa, que debido a su gravedad, no puede ser tergiversada, ni interpretada, donde la misma institucionalidad que la causó y la ocultó, es la que se ve obligada a investigar y comprobar lo denunciado persistentemente, y su gravedad, y la que deberá sancionar a los responsables.

Adjuntamos a este planteamiento de lo que es nuestra posición: los informes de las Comisiones Investigadoras de la Cámara de Diputados, de los casos de denuncia sobre uso fraudulento del beneficio de estudios superiores de la ley 19992 y el informe de la misma corporación, sobre el proceso fraudulento de calificación de la ley 19234 y sus modificaciones, a esto debemos agregar, los informes de las Comisiones Investigadoras sobre el caso retornados, lo que completa el cuadro de irregularidades, fraudes y corrupción que ha inundado la aplicación de esta seudo política de Derechos Humanos en Chile, y sus repercusiones expresadas en grave daño para las reales victimas, las cuales se encuentran en total indefensión, lo que obliga al Instituto a pronunciarse al respecto.

Toda esta situación nos obliga a ratificar lo requerido al Instituto, con fecha 18 de Octubre de 2011 y destacar las acciones emprendidas por ustedes como consecuencia de lo requerido y expresadas en su carta de fecha 16 de Diciembre último, solicitamos además que nuestra posición con respecto a los Derechos Humanos en Chile, contenida en varios documentos en poder de ustedes y tres comunicaciones intercambiadas, sea conocida por el Consejo del organismo y así garantizar la transversalidad de las decisiones institucionales.

Insistimos en los argumentos que encabezan la presente, nuestra posición nunca ha sido corporativizar el tema, muy por el contrario, nuestra situación como sector, es el resultado de 200 años de una contracultura que siempre ha negado los derechos fundamentales del ser humano y que hoy nos somete como a la mayoría a un destino de exclusión.

Atentamente.



Raul Jóse Celpa López
Presidente



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E- Mail: raulcelpa@gmail.com

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